Respetar: un verbo complicado. JesRICART

Respetar: un verbo complicado. JesRICART

Respetar no debería ser nada complicado y sin embargo es de lo que mas continuamente nos quejamos los unos de los otros. Es algo que está relacionado con todo lo demás: con el modo de andar y de mirar, con lo que se dice y lo que no se dice, con lo que se hace y lo que no se hace. Afecta a todos los espacios, tanto a los públicos como a los privados. Es algo a valorar tanto en los demás desconocidos como en los demás que son de nuestro entorno o que conocemos. La falta de respeto del otro es uno de esos imperdonables que no podemos tolerar, tanto menos cuanto ese no respeto ha sido intencional.

Me vienen a la cabeza muchas anécdotas al respecto en el que me he visto como víctima , pero también como irrespetuoso. Raramente me han llamado la atención por no ser respetuoso pero tengo algunas anécdotas acerca de ello. Recuerdo que en una piscina publica donde entre con mi calzado de calle al vestuario fui amonestado por un compañero por hacerlo. De haber un cartel que lo hubiera indicado no hubiera entrado con el (eso fue en Islandia y puede que hubiera escrito algo en islandés o simplemente su tradición es ésta y está plenamente asumido sin que lo adviertan de entrada los extranjeros). Me sentí avergonzado.

Posiblemente mi memoria está mas afinada por el no respeto que se ha traducido o traduce en agravios a mi persona. Vivo en un lugar en que un vecino a mas de un km de distancia produce un ruido las 24 horas del día con una motor generador para su electricidad porque al parecer sus placas solares no son suficientes. Pues bien cuando le llame la atención al respecto (hace meses de eso) me recibió de muy malas maneras. Yo le ofrecí construir sin cobrarle un sarcófago para amortiguar el ruido. (tengo pendiente escribir una nota de campo comentándolo para la pagina digital del vecindario, cosa que demoro porque está gestionada por británico con una mentalidad un tanto hipócrita y con la excusa de llevarse bien no quieren señalar a los culpables de molestias). Quienes vivimos en el campo -le dije al responsable del ruido de máquina – venimos buscando la tranquilidad como para tener que soportar los ruidos permanentes de un vecino. (no estoy hablando de otros ruidos episódicos como motosierras para cortar leña o el pasaje de tractores para ocuparse de sus parcelas o los vehículos que pasan por la pista).

De los ruidos y sus molestias hay mucho que hablar. Recuerdo cuando era urbanita que frete a nuestro edificio en la rotonda algún conductor tenía la costumbre de convertirla en sus circuito de carreras y dar varias vueltas con su coche acelerado chirriando Recuerdo en otro aparentemente las broncas de una pareja que informaban de su violencia verbal a todos los demás por el patio de luz.

No todos los ruidos tienen el mismo significado ni simbólico ni impacto psíquico.

Por la parte que me toca recuerdo mas los agravios recibidos por falta de respeto que los que yo he cometido ( de estos puede que me venga a la memoria algún otro antes de terminar este texto). Recuerdo las innumerables veces que mi expareja convivencial interrumpía la conversación para cuestiones anodinas cuando teníamos invitados en casa por no decir el cruce de dos conversaciones en paralelo con otra pareja hablando de lo mismo. Era irrisorio pero era sí. Ese fue un motivo por el cual deje de mi parte para proponer mas invitaciones. Lo de las conversaciones solapadas lo he vivido tantas veces que me permitió demostrar que la condición de hablar no presupone la de comunicante. Eso ya conectaba con algo anterior bastante conocida: no siempre Hablar significa Decir. Del hablante al dicente va un salto cualitativo importante. En cuanto las interrupciones que solapan a lo que estás diciendo son tan continuadas en latitudes culturales como las nuestras que me avergüenza tenerlo que seguir refiriendo. En ocasiones hay que reclamar el propio derecho señalando que te están interrumpiendo o que no has terminado de decir lo que estabas en curso de decir. En otras ocasiones soy yo quien interrumpo deliberadamente, pero no por falta de respeto al otro sino porque el otro se ha salido de madre llevando el tema a lo que no era el eje de una convocatoria. Días atrás en el club de poesía donde comentábamos un libro con su autora presente la compañera de al lado con la otra contigua se pusieron a hablar de “sus cosas”. Deliberada y descaradamente interrumpió para dirigirme a la autora para hablar de algo referido al tema del día. Pues bien, eso de interrumpir a los demás aún cuando estaban hablando de algo que ya venia interrumpiendo el hilo conductor de una reunión es algo que me permito hacer los últimos tiempos después de reconocer el fracaso total de la Educación Verbal. Hay otro factor que determina la no educación verbal, la falta de inteligencia que se enmascara con la espontaneidad.

El no respeto mas sutil es el de la gestualística y el verbal,por sus sesgos y falta de educación, también hay actos directamente lesivos que la personalidad el estilo del que los comete ni siquiera advierte. Cuando alguien de una tertulia se pone a fumar aunque sea en un corro en la calle lo considero una falta de respeto, ,mucho mas si no pregunta si molesta con su humo. Para mi es motivo suficiente para precipitar le termino de la reunión o irme, cosa que suelo hacer diciendo que no aguanto el humo (cosa que es rotundamente cierta). En tanto que exadicto al tabaco sé lo duro que resulta para un fumador mantener dos criterios al mismo tiempo como hablar/escuchar y no fumar. Alguna vez he tenido que ser exigente. No hace mucho en el coche de un conocido con el que íbamos juntos a una manifestación por solidaridad con Gaza y que acababa de conocer cambio el itinerario para pasar por un estanco para comprar su dosis. A la vuelta al coche hizo el además de encender un cigarrillo. ¿No iras a fumar aquí adentro? -le espeté – Lo cual le hizo desistir. De haber continuado con su postura le hubiera dicho que yo me apeaba del coche (para mi respirar humo un día aunque sea una hora continuada significa tener afonía durante toda la semana siguiente).